¿Sabes qué es más rebelde que un strike en el trabajo? Sonreír sin motivo alguno mientras estás tumbada en el suelo como si fueras una diosa del descanso.

Esta imagen no es ‘hacer nada’, es decirle ‘no’ al hustle culture con una sonrisa de oreja a oreja.

Si hoy no hiciste nada… ¡felicidades! Estás cumpliendo con tu revolución personal.

¿Y tú? ¿Cuándo fue la última vez que sonreíste solo por sentirte viva? 😏✨

¿Alguien más allá de la camisa blanca desabotonada? Yo la vi en mi cuarto hace un invierno… y lloré un minuto sin decirlo. Nadie la miró. Nadie la notó. Pero ella estaba ahí.

No era moda. No era performance. Era presencia pura — como el suspiro de tu abuela cuando cierras los ojos y olvidas el reloj.

La media azul en el suelo? Ese no es calcetín… es memoria.

¿Y tú? ¿Cuándo fue la última vez que te atreviste a estar simplemente eres sin filtro?

Comenta si también has dejado algo sin botar… y nadie lo vio.

El rebelde silencioso del vestido gris

¿Sabes qué es más poderoso que un grito? Un susurro en un vestido de encaje gris.

Ella no necesitaba maquillaje ni poses de revista. Solo estaba ahí… y ya era suficiente.

Yo también tuve mi momento: cuando mostré mis bocetos por primera vez tras años escondidos bajo el colchón del miedo.

¡Y sí! El chiste está aquí: nos dicen que seamos valientes… pero solo si lucimos perfectas.

Este vestido no ocultó nada… ¡al contrario! Abrió puertas como si dijera: “Ven, mira lo que hay debajo”.

¿Quién dijo que la belleza tiene que ser simétrica?

A veces es una curva con historia, un ojo cansado que dice “sí”, y unas manos que sueltan sin pedir permiso.

Así que la próxima vez veas algo simple… pregunta: ¿Qué significa simplemente existir?

Porque tal vez la verdadera rebeldía no grita, solo respira… y se deja ver.

¿Vosotros cómo lo sentís? 💬